El domingo pasado, Roberto y yo nos animamos y embarcamos en el Aula do Mar en Cariño. Era la primera vez y no sabíamos muy bien como saldría todo. Pero la cosa fue bien de verdad. Yo en concreto me lo pasé bomba y además como únicamente tuve un par de minutos malos de mareo (Dios protege a la inocencia), pues aún mejor.
La pasada que no me esperaba, es que prácticamente no se necesitan los prismáticos para nada y a mí que me flipan los Alcatraces... pues no os quiero ni contar.
Así que con mi camarita me enredé a hacer fotos a lo loco, hasta que fundí la batería y entonces me dediqué a mirar y disfrutar de lo que para mí era una experiencia que se estaba convirtiendo en inolvidable, pues estaba viendo a poquísimos metros de distancia algunos pájaros que nunca había visto y otros que únicamente desde la costa en los pasos.
Mis fotos no son nada del otro mundo, pero no me resisto a poner algunas. Ahí van.
La pasada que no me esperaba, es que prácticamente no se necesitan los prismáticos para nada y a mí que me flipan los Alcatraces... pues no os quiero ni contar.
Así que con mi camarita me enredé a hacer fotos a lo loco, hasta que fundí la batería y entonces me dediqué a mirar y disfrutar de lo que para mí era una experiencia que se estaba convirtiendo en inolvidable, pues estaba viendo a poquísimos metros de distancia algunos pájaros que nunca había visto y otros que únicamente desde la costa en los pasos.
Mis fotos no son nada del otro mundo, pero no me resisto a poner algunas. Ahí van.
3 comentarios:
Hola Javier:
Muy buena entrada; por cierto, en la primera foto, sale la anillada por Sönke sobre el barco.
Salir en barco, casi siempre (por no decir siempre) es un espectáculo; unas veces falla alguna especie, pero ver un mascato (alcatraz) picando cerca del barco en el chum, es "de documental de la 2" en directo; no te cuento, si aparecen especier más raras. A ver si nos vemos en otra.
Estoy seguro de que sí.
No se si le interesará a Sönke la foto. Si te parece se la mandas.
Tengo otra de la anilla, pero está fatal y la gaviota en una postura que parece la niña del exorcista.
En fin, que una gozada...y un gusto haberos conocido.
Espectaculares las siluetas de los alcatraces y guapísima la gaviota de Sabine.
Y una envidia del copón de la baraja no haber estado allí. A ver si la próxima vez no vas en finde y me llevas...
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